Entre los días 6 y 8 de noviembre, el alumnado de Ciencias de 2º de Bachillerato del IES Juan de la Cierva, acompañado por los profesores Francisco Valderas, Toñi Román y José A. Morgado, han podido conocer la Sierra de Huelva y las minas de Riotinto gracias a la iniciativa del profesor Francisco Valderas, que de forma habitual organiza esta actividad.
El día 6 se salió por la mañana, bien temprano, para poder llegar a Aracena y conocer la Gruta de las Maravillas, cuyo nombre hace verdadera justicia a lo que se puede ver en ellas: maravillas formadas por la acción de los agentes geológicos a lo largo de miles de años.
De Aracena se partió al camping de Fuenteheridos, en cuyas cabañas se alojó el grupo. Allí se almorzó para, un rato después, realizar una marcha por el campo hasta llegar a Galaroza, desde donde se volvió al camping para hacer la primera noche.
En la segunda jornada partimos temprano hacia las minas de Riotinto. Allí pudimos visitar el museo minero y realizar un recorrido en el tren minero junto al curso del río Tinto. La actividad prosiguió en la mina Peña del Hierro, de la que nace el rió Tinto y concluyó con un paseo por el barrio inglés, vestigio de las empresas inglesas que durante años explotaron los yacimientos.
Por la tarde el grupo descansó de tanta actividad y realizó un pequeño paseo para "estirar las piernas" hasta Fuenteheridos, a escasa distancia del camping. Por la noche, el profesor Francisco Valderas, con la colaboración de Carlos, el conductor del autobús que se integró en el grupo como uno más, obsequió al grupo con una parrillada en la que nadie puede decir que no se quedó satisfecho.
El último día, después de despedirnos del camping en el que el personal nos trató con gran amabilidad, visitamos la Peña de Arias Montano en Alájar y, desde ese pueblo, hicimos una ruta senderista hasta Castaño del Robledo en la que pudimos disfrutar de la riqueza forestal y micológica de la zona gracias a las indicaciones de Francisco Valderas.
Una vez en el pueblo el autobús nos recogió y nos llevó a Aracena, desde donde partimos de vuelta a Vélez-Málaga después de comer.
La experiencia vivida en estos días se puede calificar de inolvidable, puesto que permitió no solo conocer una región tan bella (y a veces desconocida), sino que también sirvió para establecer unos vínculos diferentes a los que se pueden desarrollar en la relación académica diaria. Todos los integrantes de la expedición disfrutamos de unos días de convivencia inigualables. El alumnado, el profesorado e incluso el conductor del autobús que nos acompañó, Carlos, tuvieron una actitud y una facilidad de trato que pocas veces se da. En la memoria de todos queda.
El último día, después de despedirnos del camping en el que el personal nos trató con gran amabilidad, visitamos la Peña de Arias Montano en Alájar y, desde ese pueblo, hicimos una ruta senderista hasta Castaño del Robledo en la que pudimos disfrutar de la riqueza forestal y micológica de la zona gracias a las indicaciones de Francisco Valderas.
Una vez en el pueblo el autobús nos recogió y nos llevó a Aracena, desde donde partimos de vuelta a Vélez-Málaga después de comer.
La experiencia vivida en estos días se puede calificar de inolvidable, puesto que permitió no solo conocer una región tan bella (y a veces desconocida), sino que también sirvió para establecer unos vínculos diferentes a los que se pueden desarrollar en la relación académica diaria. Todos los integrantes de la expedición disfrutamos de unos días de convivencia inigualables. El alumnado, el profesorado e incluso el conductor del autobús que nos acompañó, Carlos, tuvieron una actitud y una facilidad de trato que pocas veces se da. En la memoria de todos queda.
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